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Antiguo profesorado

Carbajosa Menéndez, Concepción

Currículum breve:

Sus estudios de Educación Física y Psicología la llevaron a iniciar su vida profesional en la enseñanza media. Sus primeros contactos con la docencia universitaria fueron a través de los cursos de especialidad para maestros y pocos años después entraría en el Departamento de Ciencias de la Educación desarrollando su docencia en la Escuela de Magisterio de la Universidad de Oviedo.

A lo largo de toda esta trayectoria personal y universitaria hay dos líneas que se entrecruzan una y otra vez, como si desde sus inicios se buscaran y complementaran. Por un lado, el interés por la proximidad, que ha sido prioritaria, interés por aquello que constituye el modo de ser propio de nuestra tierra, por la tradición que aflora una y otra vez en juegos y deportes autóctonos. Innecesario apuntar que Conchita es y se siente orgullosa de su asturianía y que ello le ha empujado a prestar esa constante y fecunda atención a ese entorno cultural. Pero para que lo observado tenga sentido y valor hay que situarlo en las coordenadas del conocimiento, de la observancia científica e histórica. Esa es la otra línea: la formación universitaria, las licenciaturas, los estudios complementarios, los cursos de especialización, el doctorado, la investigación histórica. Esa es la urdimbre en que ha tejido su rica experiencia docente y su investigación a lo largo de los años.

La paciente investigación, su capacidad de innovación y la búsqueda de los juegos,  juguetes y otras manifestaciones de nuestro patrimonio etnográfico, son su constante vital. Cuando Conchita inició esta labor no podía saber que en 2001 la Ley de Patrimonio Cultural asturiana reconocería el valor de ese patrimonio inmaterial como parte de nuestra memoria colectiva y herencia patrimonial, que ella con admirable tesón ha transmitido a las nuevas generaciones para que encuentre cauces para no perderse en la impersonal y acelerada uniformidad de nuestro tiempo.

Movida por esa misma vocación investigadora y fiel a su titulación universitaria y a la disciplina que impartía, su mirada se centró en la historia de las mujeres asturianas deportistas. Colectivo que apenas si había interesado  y sobre el que se ignoraba casi todo. Su trabajo la indujo a elegirlo como materia de su tesis doctoral.

Su quehacer profesional hubiera quedado incompleto, dada su especialidad, si no hubiese dedicado tiempo a dejar memoria, analítica y crítica, de los avatares que sufrió la asignatura de Educación Física a lo largo de su historia, especialmente durante la dictadura franquista, que se sustancia fundamentalmente en los libros de texto que son los que contienen los programas, los sorprendentes adoctrinamientos y recomendaciones y la evolución teórica y práctica de la asignatura.

Cuantos hemos compartido con ella la docencia sabemos, no sin cierta sana envidia, el éxito e interés que sus clases y actividades han despertado a lo largo de los años en los alumnos. La alegría, consustancial a su carácter, su sentido del humor, su ánimo invulnerable a la dificultad la han hecho una gran profesora y sobre todo una gran compañera. Profesores y alumnos la echaremos de menos.

 

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